LEGADO
“Bueno” es la palabra que quienes conocimos a Gerardo Hernández Téllez usamos con mayor frecuencia al hablar de él. Y es que Gerardo era un hombre bueno, un hombre de amor y luz.
Siempre amoroso, oportuno, presente cuando se necesitaba, sus palabras reflejaban sin tomar partido, describían y situaban a quién era capaz de escucharlas.
Bajo el hermano, el hijo, el amigo, había un guía que no daba indicaciones, sino que ponía el ejemplo, que mostraba el camino siendo la inspiración.
Gerardo era un hombre bueno y era, como expresión de esa bondad, generoso, afectivo, comprensivo, culto y muy, muy divertido.
Muestra de esa alegría que no abandonaba en los momentos más difíciles, surgió la idea, que compartió con su familia, de crear una institución que llevara paz y tranquilidad a los enfermos de cáncer para recordarles que antes de partir quedan siempre, cualesquiera que sean las circunstancias, muchas cosas por hacer, por decir y muchas, muchas más por sentir.
Entre esas cosas está poner la casa en orden, reconciliarse con uno mismo, con la vida, con la muerte, y así alcanzar la paz y la plenitud.
GÉNESIS DE UN NOMBRE
Origen y significado del nombre “Antes de Partir”
Antes de Partir quedan aún muchas cosas por hacer, tantas otras por decir y muchas, muchas más por sentir.
Antes de Partir hay poesías por escribir, montañas que escalar, secretos por descubrir.
Antes de Partir quedan abrazos por dar y también por recibir, quedan besos por robar, sabores que paladear.
Antes de Partir tenemos aún tiempo para inventar, crear, diseñar, planear.
Antes de Partir queda espacio para la amistad y para el amor.
Antes de Partir hay música, colores, sueños, romances e ideales.
Antes de Partir quedo YO viviendo en el universo del TÚ y en la trascendencia del NOSOTROS.
Antes de Partir ¡vive! y ¡vive antes de partir!
“Nieves Rión del Olmo”